Opinión
,debate, articulo
El origen fue el Henequen , una planta de agave que ya utilizaban los mayas para
hacer bolsas , sacos , cordeles...etc. La hoja
de esta planta una vez secada y extraída su fibra se trabajaba y se producía con diferentes hilos y corduras en función de
su aplicación final .
Su máximo rendimiento explotó a mediados del
siglo XIX cuando los españoles vieron su capacidad industrial , mecanizaron el
proceso y transformaron su aplicación para la Industria textil y la portuaria , sacando entonces su más alto aprovechamiento.
Cual Fue la realidad Social?. Como cualquier historia de
la humanidad muchos trabajaron esclavizados y algunos pocos se enriquecieron. De esta emergente
producción surgieron las grandes Haciendas Henequeras dominadas por los nuevos hacendados que se convirtieron en relativamente poco
tiempo en grandes terratenientes y
nuevos ricos. Como cualquier florecimiento industrial, otros sectores como
el comercio y los servicios
nacieron en paralelo y empezó a nacer la clase media en Mérida, el eslabón
social que se invento industrialización con el paso del tiempo.
Estas haciendas se convirtieron en el símbolo de riqueza
de la Región. Esta etapa se llamó “ el Oro Verde”. La visibilidad de esta exagerada ostentación
y enriquecimiento la podemos ver todavía en las Mansiones de Paseo Montejo en Mérida.
Sin embargo , las grandes protagonistas arqueológicas son estas ambiciosas y lujosas Mansiones situadas en extensos espacios en el interior
del Yucatan. Estas haciendas fueron durante un siglo , símbolo de la riqueza y
en de una gran desigualdad social
Iniciado el Siglo XX y con la llegada de las dos Guerras
Mundiales , la misma necesidad y demanda
agudizó el ingenio mundial . Aparecieron nuevas fibras sintéticas que
mataron la gallina de los huevos de oro y
derrumbaron como castillos de arena estas lujosas y ostentosas Mansiones
símbolo del más creciente y hambriento capitalismo.
La naturaleza con el paso del tiempo engulló estas mansiones y muchas fueron ocupadas por
gente local. No hasta hace relativamente poco , otro pequeño monstruo simpático
del que muchos vivimos, que alimentamos
cada día y que hemos educado bien poco ,
llamado turismo, las volvió a despertar
convirtiéndolas en confortables hoteles de lujo.
Estas haciendas que estaban en manos de unos pocos , volvieron
para el acceso de otros pocos, la historia siempre repite sus caminos y sus orígenes.
Si es cierto y hasta inevitable entender que las reformas
de las haciendas en alojamientos
turísticos es cara y que por definición su renacimiento ha
quedado automáticamente relegada a la gran capacidad económica que tienen estos consorcios hoteleros.
También es de bien
decir que acertados en mayor o menor medida , más o menos presionados por las autoridades locales, y bendecidas por su desgravación fiscal , algunas de estas entidades hoteleras han sido
en cierto modo “sensibles” y dentro de
sus proyectos de reforma han incluido
Fundaciones que han creado centros
médicos, talleres artesanales, centros de formación y hasta desarrollado centros documentales como biblioteca
de uso púbico. También es cierto que algunos de estos consorcios y
nuevas haciendas se han obligado a contratar población exclusivamente
local para la explotación turística de estas haciendas. Esto es lo que me dijo repetidamente la Sra Rita , empleada en una de las
haciendas, “que todos los que trabajan allà eran del pueblo del lado y que
antes de la hacienda convertida en hotel
no tenían trabajo”. No me atreví
a preguntar bajo que condiciones , me pareció que era feliz y yo también de
estar alojado una noche en ese bonito lugar.
A veces no merece la pena preguntar si uno ve ( o piensa que ve )
felicidad.
Por otra parte es evidente , que la existencia de estas
haciendas han originado una actividad económica local ; comercios y servicios
Como en su día la industria del
henequén. Y eterno debate siempre estará
abierto.
Entendemos que son lugares maravillosos para alojarse y sin duda alojamientos de ensueño, que han sabido
conservar , adaptar, y adecuar todo su
esplendor arquitectónico y que son testimonio de una parte importante de la historia del Yucatán,
aunque inevitablemente hayan
regresado conceptualmente a su propio
origen ; la gran mayoría en hoteles de
lujo y el acceso de unos pocos . Nuestra
ingenua ilusión seria que este concepto de acceso y exclusividad se socializase y poco
a poco las poblaciones locales puedan tener los recursos para generar sus propios
alojamientos locales , claro que esto ya tiene que ver con el reparto de la
tierra y de la propiedad… y ese es otro tema.
Algunas de estas haciendas donde nos podemos alojar son; Hacienda Temonzon , Hacienda Oxil , Hacienda
Santa Rosa ( es la fundación) , Hacienda
Chenkú , Hacienda Petak y Hacienda San Jose ..entre otras.
Como “ daños colaterales” , Algunos brotes verdes
nacen y algunas comunidades
locales han visto nuevas posibilidades
en este entorno, así mismo surgen iniciativas y cooperativas de poblaciones de locales que
tratan de recuperar también estas haciendas y sobre todo los espacios que estas ocupaban generando actividades de turismo local y comunitario . Un ejemplo es el
aprovechamiento en la realización de visitas
turísticas a los cenotes de agua
cristalina con mismos trucks (carruajes) que se utilizaban para transportar
el henequén el famoso “ el Oro verde”. Actividades turísticas en manos de la
comunidad. Por fin!. De esta actividad hablaremos
en otro blog.
Autor; Pere Isern
www.exode.es